Vistiendo parkas, bufandas y gorros de lana adentro de las salas están muchos estudiantes del Gran Concepción. Las estufas se hacen pocas e incluso los apoderados han donado artefactos para que sus hijos pueden soportar las bajas temperaturas.
"Hay preocupación por el estado de las calefacciones en las salas", señaló Sergio Álvarez, presidente de la Unión Comunal de Apoderados de Talcahuano. "Hace cuatro o cinco años, el municipio compró estufas (eléctricas) para la mayoría de los colegios, pero esto es insuficiente. No dan para temperar el espacio", aseguró.
"Por lo mismo, se han dado facilidades para que a los niños se les permita estar con su ropa de abrigo y se ha instado a que algunos establecimientos, los niños puedan llevar su mantita para protegerse", agregó. "Estamos trabajando con el Daem para avanzar hacia la climatización de los colegios, lo que permitiría tener, de aquí a un par de años, todos los establecimientos calefaccionados en invierno y con aire acondicionado en verano", cerró.
Ester Sáez, representante de los apoderados de Andalién Sur, comentó que en las aulas se debe mantener una temperatura mínima de 12 grados. "Lamentablemente, muchos establecimientos no tienen luz eléctrica, o la que tienen, es muy mala y antigua", dijo.
"Lo que nos preocupa es que se resfríen, por eso a pesar de las falencias, los apoderados se la han jugado harto", sentenció.
Profesores
"Las medidas que hay son bastante improvisadas, debido a que en el Gran Concepción son muy pocos los establecimientos que tienen estufas", dijo Jorge Barriga, presidente regional del Colegio de Profesores."Los colegas permiten el uso del buzo en vez del uniforme y abrigarse más de la cuenta. Responsabilizo a los sostenedores de no tener la calefacción adecuada", complementó.
"Acá existe una normativa. Se habla de que la temperatura mínima dentro de una sala son 15 grados, pero esto está muy alejado de la realidad", dijo.
"Lo otro que ha sorprendido, es que no se ha modificado mucho la asistencia de estudiantes a clases, siguen viniendo los mismos de siempre, donde obviamente, las personas con enfermedades estacionales faltan, pero no ha sido afectada su asistencia. Pero si el trabajo día a día dentro del aula", cerró.
Liceanos
"Hay muy poca calefacción en las salas. Algunos se sostienen gracias a los calefactores que llevan los apoderados, pero pocas veces se llega a temperar completamente. Por eso, nos permiten usar abrigos, bufandas y guantes", expresó un liceano penquista, de quien se resguardó su identidad."La calefacción siempre ha sido un tema. Y si no es eso, son las goteras o las filtraciones de agua por la lluvia. Debería ser obligatorio que esto se revisara en las vacaciones y que los dueños se pongan con la plata, porque somos nosotros y los profes, los que la pasamos mal", añadió otro liceano chorero.
Mineduc
"Hay un decreto ministerial que norma la temperatura mínima en el aula, que son 12 grados. Lo que vamos a velar, como Ministerio de Educación, es que esto se cumpla", señaló el seremi de Educación, Carlos Benedetti.
"Vamos a estar permanentemente durante este segundo semestre viendo este tema, hasta que las condiciones del clima cambien", agregó.
"La responsabilidad a todo nivel la tiene el sostenedor. La nuestra recae en velar por el cumplimiento de lo señalado en el decreto. Habrán fiscalizaciones de la Superintendencia de Educación", comentó la autoridad.