Frente a esta medida, la comunidad comenzó a desplazarse en masa hacia los principales centros comerciales, tanto grandes supermercados como negocios de abarrotes.
Una situación que fue calificada de extrema por Syriam Delgado, presidenta de la Junta de Vecinos de la población Villarrica de Penco, quien recalcó que si bien se limitará la movilidad, "existen los permisos para que la gente pueda ir a comprar". Aclaró que de todas formas le parece más que necesaria la implementación de una cuarentena ante el avance del covid-19.
La dirigente dijo que muchos de los mayores de edad que habitan en Villarrica prefirieron que sus hijos o nietos fueran a realizar sus compras, ya que las filas en los días previos eran larguísimas, lo que se vio incrementado durante estos días posteriores al anuncio de cuarentena.
Para Romualdo Sáez, de la Unión Comunal de Junta de Vecinos de Penco, la situación sanitaria que se genera es preocupante ya que desde hace semanas han planteado sus aprehensiones en torno a los pocos resguardos que se generaban en los dos supermercados ubicados en la comuna, "donde se concentraba mucha gente, con 10 cajas abiertas y donde fácilmente podían generarse 20 contagios más, entonces lo que pueda ocurrir es alarmante".
En el supermercado Don Gabito, de la misma comuna, la administradora Mariela Vallejos comentó que el explosivo aumento de público en la sala de venta los encontró un tanto desprevenidos donde vieron "mucho movimiento más que el habitual", reaccionando ante la contingencia con "más dotación de personal", para lograr atender al gran número de personas que se acercaron hasta el recinto.
Indicó que este repentino aumento en la afluencia de público les llevó a "quebrar el stock de varios productos", destacando además que los pencones se abalanzaron principalmente sobre los alimentos que componen la canasta básica. "Todo lo que es almacén, abarrotes, alimentos no perecibles, yogur, leches y carnes", afirmó.
La administradora dijo además que siente cierta falta de información por parte de la comunidad, entendiendo que "pueden obtener un salvoconducto en los próximos días para poder ir a comprar, sin tener la necesidad de ir todos en masa un solo día".
Tomecinos
En la misma línea, el presidente de la Cámara de Comercio de Tomé, José Mardones, afirmó que la "gente está actuando de forma equivocada", ya que para realizar las compras existe un permiso especial destinado a ese fin."La gente sale desesperada justamente a los supermercados, haciendo filas en estos días, ya que la semana pasada con el 10% las filas eran para comprar televisores, cocinas, celulares de alta gama y otros y hoy se volcaron a los supermercados, panaderías, carnicerías y el banco que ya es una constante, pero en la mañana se desbordó el centro, era mucho el público", aseguró.
Patricio Maldonado, dueño de "Maldonals" e hijo de la dueña del supermercado Merida, cuenta que en el supermercado "no se aglomera tanta gente como en el centro de Tomé, es más expedito para comprar, pero sí ha venido un montón de gente, aunque no toda de una vez, no se llena como en los otros locales, pero sí hay harta gente comprando. Abrimos a las 8:30 de la mañana y no hemos parado".
Dice que es notoria la intención de abastecerse por parte de la población, apuntando nuevamente al desconocimiento que la cuarentena ha generado entre los ciudadanos de Penco y Tomé, ya "que los que sabemos, tenemos claro que los supermercados y locales de primera necesidad no cierran, pero la gente anda un poco como desesperada", afirmó.
En ese sentido desde la cadena SMU, con presencia tanto en Penco como en Tomé con Unimarc, indicaron en relación a las nuevas medidas de restricción de desplazamiento que la población tenga "tranquilidad, ya que nuestros supermercados, al ser un servicio esencial, continuarán operando en los horarios implementados durante la emergencia sanitaria".
En cuanto al abastecimiento, indicaron que han redoblado los esfuerzos para garantizar la disponibilidad de productos y la sostenibilidad de la operación "incluyendo las zonas donde se ha decretado cuarentena total, como es el caso Tomé y Penco".
Como medida preventiva durante la emergencia sanitaria, añadieron que "continuamos con control y registro de temperatura de todos nuestros colaboradores al ingreso de sus turnos, el ingreso controlado de clientes a las tiendas, la instalación de acrílicos en zonas de cajas, incorporación de señalética para mantener la distancia adecuada entre las personas al interior del local, uso obligatorio de mascarillas y acceso preferencial para adultos mayores, embarazadas y personal de salud".
Recordaron a los clientes llevar su permiso temporal al acudir a los locales, sin olvidar su mascarilla y su lista de compras para hacer más expedita su estadía en el local.
Señalaron además que cuentan desde junio, con un sistema de agendamiento de horas, que permite que los clientes puedan planificar su visita al supermercado y evitar eventuales esperas afuera.
Penquistas
En Concepción, en tanto, los penquistas también se han estado preparando para enfrentar la cuarentena, que en el caso de la capital regional regirá por el fin de semana.Karla Rodríguez, trabajadora del supermercado Santa Isabel de calle Freire, señaló que la jornada de ayer fue "intensa", con mucho ajetreo en la mañana principalmente "con harta gente comprando alimentos no perecibles como si fueran a pasar mucho tiempo encerrados".
Víctor Arroyo, vecino del Líder de Prat, dijo que vio "mucha gente durante todo el día, e incluso "me devolví cuando quise ir a comprar pan para la once porque la fila al interior daba un par de vueltas, cosa que no había pasado hace rato", concluyó.