Antes del covid-19, la Encuesta Nacional de Salud (2017) mostró que la población presentaba alrededor de un 74% de malnutrición por exceso, dada por sobrepeso, obesidad y obesidad mórbida, además de un 86,7% de sedentarismo, lo que deja en evidencia la cruda realidad alimenticia e inactividad física de los chilenos y, además, los impactos que éstos generan sobre la salud cardiovascular.
Solange Martínez, académica de Nutrición y Dietética de la USS, indicó que “en este contexto y sumado que hoy el teletrabajo, la pérdida de fuentes laborales, mayor tiempo sentados, restricción de horarios de salida, entre otros factores, han influido en un mayor nivel de estrés y ansiedad, lo que se relaciona estrechamente con la sobrealimentación. Existe una mayor ingesta energética, y un menor gasto energético, por cuanto se proyecta que los índices de malnutrición serán mayores, a los que teníamos antes de la pandemia”.
Por su parte, la nutricionista y académica de la Facultad de Medicina de la UCSC, Vanessa Rodríguez, concordó en este último punto. “Hoy con suerte nos movemos en el entorno del hogar. Antes uno caminaba un poco más, pero si se sigue comiendo lo mismo, va a haber un aumento del peso, es una cosa natural”, dijo. En ese sentido, indicó, hay que reducir la ingesta de alimentos o aumentar el gasto energético.
LOS NIÑOS
Un grupo etario que preocupa es el de los niños. María Cristina Escobar, directora(i)Nutrición y Dietética Unab, comentó que “otro efecto que traerá esta pandemia es el aumento de peso en nuestra población infantil, proyectándose una importante alza en los niveles de malnutrición por exceso de este grupo”.Sedentarismo, cambio de rutinas en horarios del sueño y una alimentación poco equilibrada han sido los principales causantes de esta alza, informó.
Eso sí, advirtió que aún se está a tiempo de hacer algo y frenar la situación. Para ello, indicó que hay que inculcar hábitos de alimentación saludable en el hogar, estableciendo horarios de comida, actividad física y respetando las horas de sueño. “Cabe recordar, que en los niños y niñas la hormona de crecimiento juega un rol importantísimo siendo clave que a las 21.00 horas ya estén durmiendo”, dijo, añadiendo que hay que “recurrir a alimentos naturales por sobre los procesados, permitirá tener una alimentación más sana y una adecuada hidratación serán claves en evitar que los niveles de sobrepeso y obesidad sigan aumentando”.
EXCESO DE MASAS
Para Solange Martínez los “kilitos” demás radican en el cambio de hábitos alimenticios. “Un gran número de personas está consumiendo más cereales, como arroz, pastas, legumbres, ya que son alimentos que por lo general están en nuestras despensas y son económicas, muy rendidores y además muy nutritivas”, indico.Por su parte, Vanessa Rodríguez reveló que existe un aumento en el consumo de pan, masas y cereales. Además, de añadir que en muchos hogares se cocina pan o dulces, altos en calorías. “Hay que tratar optimizar esos recursos, quizás hoy no podemos recomendar que compren frutas o verduras, porque no sabemos si la gente está en condiciones de salir o gastar el poco dinero que tienen. Lo bueno es volver a la cocina tradicional y ocupar elementos que no sean los alimentos procesados, como las legumbres, que es un alimento muy bueno, con gran aporte nutricional, con calidad de proteínas muy buena”, dijo.
Recomendó evaluar los platos que se consumen y “no abusar de la alimentación, porque quizás el plato de tallarines es el doble del que nos comíamos antes. Raciones proporcionadas y tratar de hacer un poquito de actividad física, unos minutos”.