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Galería Zaror
La historia cuenta que este pasaje comercial ubicado en Freire 643 siempre fue una construcción que se utilizó para el mismo rubro. Y es que más allá de haber tenido cambios en su fachada y estructura, con el paso de los años nunca cambió en su origen.

Una de las personas que más sabe acerca de esto es Elías Zaror, hijo de Antonio Zaror, y con quien decidieron comprar, en 1978, esta galería para darle un mejor uso. Por temas obvios, de ahí emana el nombre del paseo.

“Compramos este lugar con mi padre. Lo demolimos, porque se estaba cayendo solo y lo hicimos de nuevo, como está hoy en día. Arrendamos el resto de los locales. Siempre ha funcionado bien, menos ahora, pues ya tengo avisos de dos locatarios que quieren irse por la actual situación”, relata con nostalgia Elías Zaror, quien, a sus 77 años, es dueño y administrador de dos locales de dicha galería, dedicados principalmente a la venta de alfombras, ambos llamados Atlas.

Lo último que menciona Zaror asoma como la tónica de todo el comercio penquista. “Las ventas han disminuido terriblemente. Fuera de estos últimos cuatro días, no ha sido una venta normal. Esto generará pérdida de empleos. Todos los años contrataba tres o cuatro dependientes, pero eso no se verá ahora”, cuenta.

Eso sí, a pesar de todos los números negativos, Elías defiende con todo al comercio local. “De pronto hay que competir contra el retail. Nosotros aparecemos como una alternativa -muchas veces más accesible- a las grandes tiendas”, sostiene.

PIENSA EN CERRAR

Julia Venegas es la dueña de “La Turquita”, en el local 8 de Galería Zaror. A pesar de haber tenido siempre buenas ventas desde su llegada hace casi cinco años, expresa que esta situación se le está haciendo muy difícil.

“Acá llegué en 2015, pero estamos a punto de cerrar. Con lo que empezó no nos dan los números para nada. No se puede invertir. En las noches estás con la inseguridad de tener tus cosas al otro día, ya no se puede vivir así. Estamos a pasos de irnos”, explica.

Asimismo, la locataria hace un parangón con lo que fue esta altura del año pasado. “Los números no tienen nada que ver con lo que está pasando ahora. A pesar de no tener ventas espectaculares, se podía. Ahora, lamentablemente, no”, añade.

En su local, los productos estrellas tienen que ver con las telas y artículos para regalo. En ese aspecto, señala que “los primeros tres días (del estallido social) no se hizo nada. De repente hubo momentos en los que se vendían 3 lucas. Con eso no alcanza. Así no se puede trabajar”.

OPCIÓN CULINARIA

En el límite de la Galería Zaror con el Pasaje Musalem, hay una alternativa de comida rápida. Allí atiende Evelyn Apara, quien tomó las riendas de un negocio que emprendió su padre en 2006. “Guru’s Sandwich” es el nombre de este local que ofrece mechadas, completos y hamburguesas, entre otros.

No obstante, no siempre fue un espacio dedicado al consumo de alimentos. Antes, cuenta Evelyn, su papá había iniciado con un local de ropa llamado “Estilo’s”. Aún así, expresa que históricamente tuvo más cuentas alegres que tristes.

“Hasta el 2017 nos iba bastante bien, luego en 2018 como que bajó hasta que apareció este estallido social. Ojalá pudiésemos vender lo de hace dos meses atrás. La gente viene al centro, pero hasta las 4 de la tarde, luego se desocupa por seguridad”, sostiene Evelyn.

En la misma línea, la dueña es enfática con que el factor horario ha sido preponderante. “Lo más tarde que podemos cerrar es hasta las 6 de la tarde. Antes estábamos hasta las 8 u 8:30”, concluye.

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