La Galería Adauy (Aníbal Pinto 565) es uno
de los recintos comerciales más tradicionales del sector céntrico penquista. Reconocida es por
albergar a locales que tienen más de 30 años de trayectoria y que han acompañado a cientos de familias de la capital regional.
Uno de ellos es el bazar “Manitos”, que desde 1985 recibe a todo tipo de clientes, pero especialmente a quienes se dedican a las manualidades. Jovita Valeria, representante de la tienda, comenta que han tenido más sucursales, pero las han cerrado, quedando el de esta galería como el único y el primero. “Acá el rubro es más paquetería, materiales para el colegio, blondas, pintura y botones, entre otras. Somos reconocidos por tener precios baratos y convenientes, por lo mismo seguimos teniendo a nuestros clientes”, dice.
En el local trabajan seis vendedores, antiguamente había más personal, pero debido a la competencia, tuvieron que bajar el número de trabajadores. “Fue una pena, pero mientras nos mantengamos y nos prefieran, el negocio seguirá para atenderlos a todos”, añade.
Afortunadamente, como señala Inés, siguen teniendo a sus fieles clientes. “Esperamos que la situación cambie y podamos vender más. Aquí vendemos un poquitito de todo, especial para regalos de Navidad”, afirma la jefa del local quien también ofrece pañuelos de género que actualmente ya no se ven, al conveniente precio de $500.
“Esta es una cadena de locales. Hace unos meses, justo en esta galería se desocupó un local en donde aprovechamos de traer nuestra mercadería que se enfoca en productos capilares. Recibimos clientes de todo tipo, pero generalmente a profesionales del área, ya que contamos con artículos como planchas de pelo, secadores, cremas, shampoo, botox e hidratación, entre otros productos”, sostiene.
Como afirma Eric, el recibimiento del público fue muy positivo, ya que considera que es una tienda bastante vanguardista. “Ha sido bastante buena la acogida que hemos tenido, siempre tratamos de tener lo mejor para nuestros clientes”, apunta.
Asimismo, afirma que el público, a quienes van dirigidos es variado, ya que tienes productos desde los $1.000 a los $50.000 ó $70.000 aproximadamente. “La diferencia está en que no somos retail, si no que tenemos productos profesionales. Prueba de ello es que estamos avalados por distintos estamentos respecto a cada uno de los artículos, es decir, no son cosas que van al mercado masivo”, explica.
Respecto al horario, y como la mayoría de los vendedores coinciden, es que las ventas han bajado debido al corto y flexible horario en el que el comercio a debido adaptarse. “Prácticamente son tres horas las trabajadas, después al cerrar la galería es horario perdido ya que la gente después de las seis decide irse”, sostiene.
Uno de ellos es el bazar “Manitos”, que desde 1985 recibe a todo tipo de clientes, pero especialmente a quienes se dedican a las manualidades. Jovita Valeria, representante de la tienda, comenta que han tenido más sucursales, pero las han cerrado, quedando el de esta galería como el único y el primero. “Acá el rubro es más paquetería, materiales para el colegio, blondas, pintura y botones, entre otras. Somos reconocidos por tener precios baratos y convenientes, por lo mismo seguimos teniendo a nuestros clientes”, dice.
En el local trabajan seis vendedores, antiguamente había más personal, pero debido a la competencia, tuvieron que bajar el número de trabajadores. “Fue una pena, pero mientras nos mantengamos y nos prefieran, el negocio seguirá para atenderlos a todos”, añade.
PEQUEÑOS LOCALES
En la entrada de la galería, por calle Aníbal Pinto, se encuentra un pequeño bazar, donde se destaca más la venta de joyas, aunque también ofrece accesorios para hombre. El local es atendido por Inés Mendoza y María Elena Vargas, quienes dicen que han sufrido bajas en sus ventas debido al cambio en los horarios en los últimos 40 días. “La gente anda con temor y quieren irse temprano para la casa, a las cuatro de la tarde ya hay que prepararse para cerrar, porque después no anda nadie”, sostiene.Afortunadamente, como señala Inés, siguen teniendo a sus fieles clientes. “Esperamos que la situación cambie y podamos vender más. Aquí vendemos un poquitito de todo, especial para regalos de Navidad”, afirma la jefa del local quien también ofrece pañuelos de género que actualmente ya no se ven, al conveniente precio de $500.
LOS NUEVOS
Hace solo seismeses que el local comercial “C&G” llegó a esta emblemática galería. El jefe, Eric Cartes, dice que aprovecharon que una de las tiendas estaba vacía por lo que decidieron trasladar sus productos y probar suerte.“Esta es una cadena de locales. Hace unos meses, justo en esta galería se desocupó un local en donde aprovechamos de traer nuestra mercadería que se enfoca en productos capilares. Recibimos clientes de todo tipo, pero generalmente a profesionales del área, ya que contamos con artículos como planchas de pelo, secadores, cremas, shampoo, botox e hidratación, entre otros productos”, sostiene.
Como afirma Eric, el recibimiento del público fue muy positivo, ya que considera que es una tienda bastante vanguardista. “Ha sido bastante buena la acogida que hemos tenido, siempre tratamos de tener lo mejor para nuestros clientes”, apunta.
Asimismo, afirma que el público, a quienes van dirigidos es variado, ya que tienes productos desde los $1.000 a los $50.000 ó $70.000 aproximadamente. “La diferencia está en que no somos retail, si no que tenemos productos profesionales. Prueba de ello es que estamos avalados por distintos estamentos respecto a cada uno de los artículos, es decir, no son cosas que van al mercado masivo”, explica.
Respecto al horario, y como la mayoría de los vendedores coinciden, es que las ventas han bajado debido al corto y flexible horario en el que el comercio a debido adaptarse. “Prácticamente son tres horas las trabajadas, después al cerrar la galería es horario perdido ya que la gente después de las seis decide irse”, sostiene.