El lugar ubicado en la llamada "zona cero", en la esquina de Orompello y avenida O'Higgins, ha sido blanco permanente de ataques e incluso fue defendido por su propio personal de seguridad para evitar saqueos o un daño mayor.
Una realidad que tiene complicado a microempresarios locales que sacaban adelante sus negocios y emprendimientos en el centro comercial, pues llevan más de tres semanas sin poder trabajar ni vender, con los consiguientes dramas económicos.
"Durante todo este periodo no hemos podido hacer nada en el local, hemos perdido todo el flujo de ventas, que es lo que nos ayuda a mantenernos como familia. Habíamos puesto todos los huevos en esta canasta para salir adelante, hace casi un año, y nunca nos imaginamos que íbamos estar en una situación como esta", lamentó afligido Enzo Orellana, dueño de "Granella", el llamado "Punto Saludable" del lugar, pues se dedica a la venta de frutos secos, semillas, deshidratados, alimentación saludable, dulces veganos, y productos sin gluten.
El cierre forzado lo llevó también a dejar a sus dos trabajadoras, por ahora, sin empleo. "Por ahora están en un tiempo de stand by, porque no hemos podido seguir manteniendo su actividad normal con nosotros", agregó el penquista, quien se las ha debido ingeniar para poder seguir con su negocio. "Estoy tratando de hacer algunas publicaciones en Instagram, Facebook, pero no es ni el 10 por ciento de lo que producíamos en el local, hemos salido a ferias y a la calle derechamente, no me ha quedado otra para poder financiarnos, porque de eso dependemos para todo en el hogar", dice Enzo, quien ha acudido a oficinas como Sercotec, bancos, Corfo, a ver alternativas de apoyo, pero sostuvo que hasta ahora ha sido sólo llenar fichas y esperar.
Pérdidas y despidos
Otro que ha sufrido este drama es Gonzalo Muñoz, dueño del módulo de "Panadería 44". "Nos ha afectado bastante, debido a ello hemos tenido que realizar cinco despidos forzados, cinco personas que justo a fines de octubre terminaban sus contratos y no pudimos renovarles, y mantenemos a cinco personas paralizadas esperando a ser llamadas sin poder trabajar, porque esto es una cadena que afecta a muchas personas, pues no es posible tener a gente sin tener una producción y sin saber qué va a pasar", expuso el microempresario, quien también tuvo que dejar de operar por más de una semana en el módulo del Mall del Trébol durante los días de cierre.A diferencia de lo que ocurre con "Granella", Muñoz tiene su casa matriz operativa, lo que ha sido su refugio para seguir trabajando. "En nuestro caso, al menos, tenemos la suerte de tener nuestro punto de venta en Chiguayante, pero hay muchos colegas que su único espacio es el que tienen en el Mall del Centro y realmente están complicados", añadió.
"Hemos tenido que sacar algunas maquinarias e implementos en el Mall del Centro, a fin de resguardar nuestras pertenencias, porque así como está la situación no podemos arriesgarnos", apuntó el locatario.
Desde el mall, en tanto, señalaron que el apoyo ha consistido en la flexibilidad en el pago de arriendos de locales y espacios, sin embargo, evitaron ahondar en la situación que afecta al recinto.