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Hasta las banderas que quedaron del 18 salen a la venta
Son los más contentos. Por estos días, quienes se dedican al comercio en el centro de Concepción solo saben de cifras azules, al aprovechar las masivas concentraciones de personas en las manifestaciones para vender sus artículos y productos.

Banderas, vuvuzelas, helados, bebidas, galletas y hasta nalcas y limones se acercaron a ofrecer los comerciantes a los miles de penquistas en el corazón de la ciudad, en cada una de las esquinas de la Plaza Independencia, aprovechando que gran parte del comercio establecido ha bajado sus cortinas antes del mediodía, y otros ni siquiera han abierto sus puertas.

"Hay que aprovechar ya que anda harta gente acá en el centro. En mi caso, traje para vender todas las banderas que me quedaron de las fiestas patrias, del 18, las vendo a mil pesos y la gente se las lleva como pan caliente", dice Joaquin, quien se instaló ayer a la pasada de la masiva marcha, en la esquina de Caupolicán con Barros Arana, donde no le duró más de una hora la cincuentena de banderas que puso a la venta.

Los heladeros también la han hecho de oro. "He tenido que ir a buscar dos veces a la casa, porque como hace calor la gente se refresca con un heladito de agua", afirma Andrés González, quien sólo al medio día de ayer ya tenía vendido 70 helados a $300 cada uno, siendo el de aguita el más solicitado.

Agua mineral

"Lo que más hemos vendido son bebidas y agua mineral, el doble de lo que vendemos en un día normal. Es lo que más busca la gente en el carro, porque más encima ha hecho harto calor, así que hemos aprovechado en ese sentido. Por ejemplo hoy (ayer) traje como 12 pack y ya me quedan poquitas", comenta Vanessa Olivera, dueña de uno de los carritos de palomitas que tradicionalmente vende en la entrada de la Galería Villa en Aníbal Pinto.

De hecho la comerciante se movió algunos metros más al centro con su carrito y mercadería, dado que la galería donde trabaja habitualmente está cerrada, lo que le ha permitido estar a la pasadita de la multitud de personas. "Los últimos dos días nos vinimos más acá, porque acá está la gente", afirma en medio de las ventas, apuntando que, afortunadamente, no ha tenido problemas. "Apenas vemos que hay algún desmán, agarramos el carro y partimos, lo mismo que hacen todos los que trabajan acá", dice la comerciante, sin dramatizar por la venta de ambulantes por estos días. "Es difícil que eso se pueda controlar en estos días tan convulsionados, pero está bien, alcanza para todos, hay gente para todo", afirma Vanessa.

De todas formas, la comerciante espera que la normalidad vuelva pronto a Conce y a todo Chile, porque tampoco, argumenta, es gracia trabajar así, a saltos, sin saber si tendrá que arrancar de imprevisto ante eventuales manifestaciones. "Ojalá que normalice pronto todo esto", afirma.

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