"Tiene diez canciones, más unas sorpresitas que vienen entremedio. Lo grabamos en México entre julio y agosto. Seguimos con el desorden de Julius Popper. Trabajamos con los hermanos Chaparro y el productor musical fue Jorge Arriagada Valencia", adelanta Alejandro Venegas, vocalista del grupo.
Sobre la realización en tierras mexicanas, Venegas sostiene que fue mejor, pues "los chiquillos venían de una familia de músicos, por lo que fue súper fácil trabajar con ellos, se interiorizaron con lo que hacíamos, nos escucharon las maquetas que habíamos enviado. Nos sirvió harto, el estudio era súper bonito y aprovechamos de hacer unas sesiones en vivo".
Por otro lado, si bien muchas bandas dejan de hacer discos, Julius Popper va contra la corriente. "Lanzan singles y luego sueltan el disco con el tiempo. Nosotros, como hacemos todo al revés, grabamos el disco entero. Además, nos demoramos mucho en sacar un álbum. La gente lo pedía hace rato", dice.