Sobre los descuentos, Jennifer Badilla, una de las encargadas del local "Terremoto de Poder", indicó que "bajamos más de la mitad de los precios, los terremotos que valían 3 mil pesos ahora los rematamos a mil quinientos y más tarde a mil. Aplicamos las ofertas para cervezas, papas fritas, completos, mote con huesillo y anticuchos. La gente lo valoró bastante y se nota por las ventas que tuvimos".
En la misma línea, Roberto Rivas del puesto "Mañana me chanto, pero hoy me lanzo" sostuvo que "bajamos los precios hasta en un cien por ciento, porque nos quedamos con mucho stock y decidimos rematar todo muy barato. La idea era incentivar a la gente a que viniera".
Agregó que "en este puesto trabajamos con cinco personas y con ayuda de familiares también".
Del balance de las fiestas, el emprendedor expuso que "creo que nos equivocamos un poco en nuestra propuesta, que era a un público más juvenil de carrete. Ahora es el momento de sacar cuentas y esperamos haber sacado un saldo positivo con este negocio".